Cuando se efectúa un Certificado de
Energético, una de las medidas para
la mejora de la calificación de la vivienda o edificio es el cambio de
calderas.
¿Qué quiere decir
esto? Que nuestro certificado energético nos indica qué medidas pueden reducir
nuestro consumo, luego en el caso que tengamos que cambiar una caldera, lo
lógico es tener en cuenta la información que nos proporciona nuestro
Certificado Energético para que la caldera elegida sea la que más nos conviene
energéticamente.
Primeramente
definiremos lo que es una caldera (según, wikipedia.org):
"La caldera es una máquina o
dispositivo de ingeniería diseñado para generar vapor. Este vapor se
genera a través de una transferencia de calor a presión constante,
en la cual el fluido, originalmente en estado líquido,
se calienta y cambia su fase."
De una forma más
coloquial podríamos definir la caldera como una instalación térmica que
satisface las necesidades de agua caliente, calefacción o ambas a la vez.
Podemos clasificar
las calderas en diferentes tipos:
Según sus características constructivas
Calderas estándar: son las más habituales.
Su material de construcción es de fundición negra lo que obliga a trabajar a
temperaturas muy elevadas para que no se produzca la aparición de
condensaciones de humo. Es por ello que resultan poco eficientes, ya que necesitan
trabajar a más temperatura de la realmente necesaria.
Calderas de baja temperatura: su material de
construcción es la fundición gris y su superficie está aislada térmicamente
para evitar las pérdidas de calor. Su ahorro energético con respecto a estándar es del 10% hasta20%.
Calderas de condensación: su material de
construcción es acero inoxidable. Su ahorro energético puede
ascender al 35% con respecto una estándar.
De esto podemos
deducir que si cambiamos una caldera estándar por una caldera de condensación,
podemosahorrar un 35% en combustible
El tipo de
combustible que utilice la caldera es importante, puesto que cuando se simula
la eficiencia energética en software, se evalúa no solo cuánta energía se
consume si no lo contaminante que resulta esta energía al medio ambiente, esto
es, la cantidad de CO2 que emite.
Expondremos los
tipos de combustibles de caldera ordenados de más contaminantes a menos
contaminantes.
Carbón: en estos momentos está limitado
solamente al ámbito industrial y de la producción eléctrica.
Gasóleo: es un combustible líquido
derivado del petróleo.
GPL (butano y propano): son gases licuados del petróleo
Gas natural: está compuesto como mínimo por
un 90% por metano (CH4).
Biomasa: son residuos y derivados de la
industria agropecuaria y forestal. No es contaminante.
Luego si queremos
cambiar de caldera la mejor opción será una caldera de condensación cuyo
combustible sea biomasa. Siendo recomendable buscar las subvenciones que
existen para este tipo de actuaciones y así pueda salir la inversión más
económica y por supuesto, reducir el periodo de amortización.
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