lunes, 2 de septiembre de 2013

Calcular la potencia eléctrica que necesita una casa

A la hora de contratar la potencia eléctrica de una vivienda hay que fijarse en varios factores. En primer lugar, se debe tener en cuenta el número de electrodomésticos que se utilizarán de manera simultánea. Además, la adquisición de un nuevo aparato o la instalación de radiadores eléctricos obliga en muchos casos a realizar modificaciones en el contrato.
La carga máxima por vivienda depende del grado de utilización que se desee alcanzar, por lo que se establecen dos grados de electrificación:
  • Electrificación básica, para cubrir la utilización de diversos aparatos eléctricos de uso común sin necesidad de obras posteriores de adecuación.
  • Electrificación elevada, para viviendas con superficies útiles superiores a 160 m2, que prevén una utilización de electrodomésticos mayor a la permitida por la electrificación básica o con sistemas de calefacción eléctrica y aire acondicionado.
Los propietarios de las viviendas son quienes deben fijar con la compañía suministradora la potencia que desean contratar. No obstante, la normativa vigente establece que, en nuevas construcciones, es el promotor, propietario o usuario del edificio quien fija la potencia de acuerdo con la empresa suministradora. Esta potencia no ha de ser inferior a 5.750 W (vatios) a 230 V (voltios) en cada vivienda. Posteriormente, los usuarios pueden modificarla según la utilización que hagan de la instalación eléctrica.
En las viviendas con grado de electrificación elevada, la potencia prevista no puede ser inferior a 9.200 W, aunque la potencia contratada debe corresponderse siempre con la capacidad máxima de la instalación.
La potencia que necesita una vivienda se puede calcular a partir del contador de la luz. Es sencillo. Se encienden de manera individual aquellos electrodomésticos que se utilizan con más frecuencia y se comprueba su consumo en el contador. La suma de todos ellos indicará la potencia mínima que se deberá contratar si se pretende utilizarlos de manera simultánea. De lo contrario, el ICP (Interruptor de Control de Potencia) saltará siempre que se pongan en marcha a la vez.

Si se prefiere, se pueden consultar los simuladores de algunas compañías eléctricas (como Endesa e Iberdrola), que calculan la potencia recomendada. Así, por ejemplo, se establece que para un uso normal de luz, frigorífico, calentador de agua, aspirador, plancha y lavadora, la potencia mínima recomendada sería de 4,6 kW (kilovatios). Si además se pretende utilizar lavavajillas, horno eléctrico, vitrocerámica, secadora y otros pequeños electrodomésticos, la potencia necesaria podría ascender hasta casi 7 kW.

En la actualidad, la mayoría de las viviendas tienen contratada una potencia mínima entre 2,5 y 5 kW, seguida de las familias que contratan de 5 a 10 kW. No obstante, con una potencia inferior de 2,2 Kw es posible disponer de luz y pequeños electrodomésticos. Por el contrario, cuando se cuenta con calefacción eléctrica y sistema de aire acondicionado, se requiere un mínimo cercano a los 9 kW.

farolas LED vs Vapor de Sodio

Las lámparas de vapor de sodio que tiñen la noche de la gran mayoría de ciudades con su irritante color anaranjado tienen los días contados. Una nueva generación de dispositivos de iluminación con tecnología LED de alumbrado público de alta eficiencia, cambiarán por completo la imagen nocturna de nuestras ciudades con una luz mucho más blanca y natural que colaborará a minimizar las consecuencias de la contaminación lumínica por el resplandor difuso de la bóveda celeste.

El uso predominante de las actuales farolas de vapor de sodio, tanto de alta como de baja presión, se debe principalmente a sus 24.000 horas de vida útil y a la eficiencia luminosa de estas lámparas capaz de convertir cada vatio en una cantidad que oscila entre los 130 y 170 lúmenes. Las lámparas de vapor de sodio a alta presión o SAP es una de las más utilizadas en alumbrado público ya que, a pesar de su característico color anaranjado, ofrece una mejor reproducción cromática con respecto a las de baja presión.

Diferenciación entre lámparas de Vapor de Sodio y LED