Es sabido que la práctica habitual es poner los radiadores debajo de las ventanas con distintas justificaciones, siendo la más extendida la de suponer que debajo de las ventanas no se ponen muebles, pero existe una justificación muy técnica del por qué se ponen debajo de las ventanas y es, justamente, esa justificación la que me ha llevado a proponer este artículo.
En una instalación de calefacción por el sistema de radiadores se conjugan dos maneras de disipación del calor –suministrado por la caldera y conducido por la red de agua de la instalación de calefacción-, a saber:
1. Por radiación (de ahí el nombre de radiadores).
2. Por convección.
Los radiadores emiten calor que se puede calcular por la ecuación siguiente:
Qr = a x e ( Ta4 – Tv4 ) expresado en w/m2
En esta fórmula las distintas variables son:
Qr = Calor radiado.
a = Constante de Stefan-Boltzman = 5,67 x 10-8 w/m2 K4 (temperatura en grados Kelvin)
e = Emisividad del cuerpo del radiador = 0,95 (es un factor adimensional)
Ta = Temperatura absoluta del radiador en grados Kelvin (0 ºK = – 273,15 º C)